En el auto, la sala contextualiza la readmisión de los trabajadores en su sentencia de junio pasado. En él resalta que en Fuenlabrada “contra todo pronóstico y en contradicción con su nuevo modelo organizativo”, la empresa decidió reabrir y aunque se hace como centro logístico y no como productivo, considera el auto, es “una manifiesta voluntad de concluir pacíficamente el conflicto”.
Dice también que los trabajadores han conseguido todos los objetivos posibles, como los empleos, salarios y horarios, y aunque se han modificado sus funciones, se ha producido dentro de los límites de la movilidad funcional ordinaria y es una solución “más razonable” para acabar con el conflicto.
El portavoz del campamento de Coca Cola, representante de CCOO, Juan Carlos Asenjo, en una primera valoración, nada más conocer la decisión judicial, hablaba de “pucherazo”. Considera que se está contradiciendo las sentencias anteriores de la Audiencia y el Supremo, por lo que anunciaba recurso.
Respecto a la reivindicación de que la fábrica fuenlabreña vuelva a tener actividad productiva, la Audiencia dice que la ejecución de la sentencia “no puede abstraerse de la realidad empresarial” existente, así como la conducta de la empresa condenada.
El auto ordena abonar a todos los empleados afectados los salarios de tramitación desde la fecha del despido hasta este viernes.
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