La declaración institucional, impulsada por el grupo socialista, solicita a Coca Cola que reconsidere el cierre del centro de Fuenlabrada y se cree un espacio de diálogo y negociación, dirigido a elaborar un plan cuyo objetivo sea trabajar por mantener esta fábrica.
El portavoz adjunto socialista en la Asamblea, José Quintana, ha manifestado su satisfacción porque todos los grupos parlamentarios hayan llegado a un acuerdo en el texto “a favor de los trabajadores de Coca Cola en nuestra región”. Quintana considera que mirar por la planta fuenlabreña es mirar por el interés general de la Comunidad.
El portavoz del grupo popular, Iñigo Henríquez de Luna, ha expresado su posición contraria a que se “deslocalice” una planta industrial que ofrece muchos puestos de trabajo y ha subrayado que no entiende las razones empresariales por las que se toma esta decisión que “claramente perjudica a Madrid”.
La fábrica de Coca Cola Fuenlabrada es una de las cuatro que se proponen cerrar. Cuenta con más de 800 trabajadores. La empresa planteó una oferta con mejores condiciones como reducir la edad de jubilación o bajas incentivadas y reubicación con indemnización. Desde Fuenlabrada, es muy bajo el porcentaje de trabajadores que se ha sumado a la propuesta, mientras que en el resto de centros afectados de España, la mayoría la ha asumido.
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