El carnaval en San Martín de la Vega se suspendió hace tres años debido a la situación económica. Entonces se anima a los vecinos a disfrazarse y disfrutar, pero por libre, sin ninguna actividad organizada desde el Ayuntamiento. Este año sin embargo han vuelto las celebraciones oficiales, aunque de manera contenida.
Esto ha sido interpretado por ciertos sectores vecinales y por la oposición como una medida “electoralista”. Así opina el portavoz socialista, Rafael Martínez, que rechaza además que antes se prohibieran por costar 16.000 euros, una cantidad “irreal”, y ahora se recuperen a tres meses de las elecciones.
Por su parte la alcaldesa Carmen Guijorro explica que sólo han gastado 500 euros en premios y 900 euros en un chocolate con churros para los vecinos, por lo que cree que los ciudadanos “no son estúpidos” y no van a cambiar su intención de voto sólo a cambio de un chocolate.
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