Algo más de un mes después de que entrase en funcionamiento esa modificación en el servicio de transportes de Pinto, la alcaldesa Miriam Rabaneda ha hecho un balance “muy positivo” de este itinerario modificado. Según Rabaneda, los “ciudadanos con sentido común” han comprendido la necesidad de esa actuación, ya que el estudio que realizó su equipo tras llegar a la alcaldía arrojaba una deuda preocupante con el Consorcio y, por el contrario, una infrautilización de algunas líneas de autobús urbano.
Rabaneda ha asegurado que esa modificación y reducción de líneas “no ha afectado en gran medida” y el uso y la comodidad de los vecinos “no se ha resentido”. Además ha destacado que ha supuesto un “respiro” para el ayuntamiento, que así reduce en parte la deuda que mantenía con el Consorcio Regional de Transportes que superaba el medio millón de euros.
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