No tengo ningún reparo en admitir que mi perplejidad, en este caso, va de la mano de mi inevitable y congénita desconfianza. Qué le voy a hacer; es uno de mis muchos defectos que arrastro como una especie de estigma o condena involuntaria que me imprime carácter y, a modo de disculpa, achaco sin cortarme un pelo a influencia subliminal de mi santo patrón… Bueno, tampoco es tan grave -hay cosas peores-, aparte de que el beneficio de la duda, y más en los tiempos que corren, no solo puede ser aconsejable sino conveniente.
En fin, el asunto trata de la noticia, aparecida recientemente, sobre el proyecto del `Parque de las Esculturas´ que se va a instalar en San Sebastián de los Reyes...Leer más.
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