El Ayuntamiento señala que todo depende de los feriantes, que han dormido en el recinto ferial y han realizado varias protestas en la sede consistorial. El problema, según el concejal de Presidencia Juan Manuel Álamo, viene dado por un conflicto interno entre este grupo de feriantes.
Según Álamo, si los feriantes no quieren pagar sus tasas de manera individual, podrían hacerlo de forma conjunta. Así si algún feriante no puede hacer frente al coste, otro podría asumir esa parte siempre que el Ayuntamiento ingrese el total. Sin embargo un grupo de seis atracciones se niega a realizar este proceso, y la ordenanza fiscal impide que unos paguen de forma conjunta y otros de manera individual.
Álamo asegura que el gobierno municipal se da un “plazo razonable”, de horas, para que los feriantes resuelvan su conflicto. Ha apelado a la cordura para no saltarse la ley y ha asegurado que, de no llegar a una solución, el Ayuntamiento “va a velar por los intereses de la ciudad” y elaborará una vía de urgencia extrema con un “plan b” que “ya tiene la concejala de Festejos”.
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