Los vecinos que lo deseen pueden facilitar sus llaves y un número de teléfono para que los agentes puedan ponerse en contacto con ellos en caso de registrarse alguna incidencia durante sus vacaciones. La confidencialidad de los datos y las llaves está garantizada debido a que se introducen en una bolsa precintada cuya clave sólo conoce el propietario.
Esta iniciativa arrancó en 2005 y ha tenido gran aceptación entre los vecinos. De hecho se repite tres veces al año: durante las vacaciones de verano, navidad y Semana Santa.
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