Los familiares de la mujer, que el pasado día 30 de diciembre cumplió treinta años, comenzaron a sospechar cuando dejó de dar señales y no respondía a las llamadas del teléfono móvil.
El pasado domingo, los agentes se personaron en el domicilio con familiares de la víctima y, tras romper la puerta, accedieron a la vivienda y encontraron en su habitación el cuerpo sin vida de la mujer que presentaba una herida incisa en el cuello.
A la espera del informe de la autopsia, no se descarta el suicidio ya que en el piso no se detectaron señales de pelea y no faltaba nada en la vivienda donde vivía de alquiler con otras cuatro personas.
Una de las vecinas del inmueble ha asegurado que los inquilinos entraban y salían constantemente y que no daban problemas.
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