Las investigaciones comenzaron en febrero de 2009, cuando los agentes del Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga de la Comandancia de la Guardia Civil de Toledo observaron un movimiento inusual de vehículos de alta gama con matrícula de Rumanía, en un concesionario de la localidad toledana de Guadamur.
Las pesquisas policiales llevaron hasta un grupo organizado que contaba con dos ramas delictivas, una dedicada al tráfico de vehículos robados y otra a la introducción de drogas y su distribución por todo el territorio nacional. Para ello hacían uso de dos inmuebles como puntos de distribución, ubicado uno en la localidad castellano manchega de Yeles y el otro en Parla.
Un portavoz de la Guardia Civil ha destacado que, hasta la fecha, la operación Guajaraz ha supuesto la detención de más de 30 personas y la incautación de más de 100 vehículos y un importante alijo de drogas.
Entre los efectos incautados destaca también la presencia de más de 100.000 euros en efectivo, varias armas de fuego, armas blancas, inhibidores de frecuencias, más de 50 documentos originales de Permisos de Circulación en blanco y ocho Tarjetas de Transporte en blanco de la Comunidad de Madrid.
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