La carrera se celebró entre el 21 y el 26 de mayo de 1911 y el vencedor de la misma fue el francés Jules Vedrines, que se embolsó los 200.000 francos destinados al vencedor de la prueba tras superar un recorrido marcado por los accidentes, que obligaron a que la fecha prevista de llegada, el día 25, se tuviera que retrasar 24 horas.
El Ayuntamiento getafense autorizó en 1911 al Real Aero Club de España a que acondicionara la llamada Dehesa de Santa Quiteria como aeródromo para la llegada de la carrera, momento al que asistió el Rey Alfonso XIII y que, desde entonces, permitió al municipio contar con un aeródromo permanente.
Junto al descubrimiento de la placa, el Ayuntamiento de Getafe y el centro UNESCO de la localidad han coordinado una completa programación destinada a conmemorar una aventura que según ha explicado el propio presidente del centro UNESCO, Martín Sánchez, marcó un hito en la historia de la aviación internacional.
Por su parte, el alcalde en funciones de la localidad, Pedro Castro, ha destacado que acontecimientos como la elección de Getafe como lugar de llegada de la primera carrera internacional de aeroplanos sirvieron para que el municipio se convirtiera en la cuna de la aviación española y que ahora, un siglo después, la ciudad sea la capital tecnológica del país.
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