Fundación Madrileña para el Desarrollo: “con el Tratado de Lisboa pierde el ciudadano y ganan los mercados”.
Aprobado en 2007, el Tratado de Lisboa pretendía sustituir la fallida Constitución Europea. Un nuevo texto, que ampliaba las competencias del Parlamento Europeo y que primaba el derecho comunitario por encima del nacional.
Debía entras en vigor en enero de 2009, pero las negativas de Francia, Holanda e Irlanda hacen que el documento esté repitiendo la misma suerte de la Constitución.
Ahora, y a pocos meses de las elecciones al Parlamento, la Plataforma del Partido de la Izquierda Europea y la Federación Madrileña para el Desarrollo del Progreso hacen un análisis de este texto que, según su vicepresidente, Oscar Valero, prima intereses comerciales.
Según estos colectivos el Tratado de Lisboa otorga más competencias a los eurodiputados olvidándose de los intereses del ciudadano y obviando la política para el evitar el cambio climático, compromisos que quedan reflejados explícitamente en el Tratado.
La Federación Madrileña para el desarrollo expuso así estas matizaciones en una conferencia que contó con la participación del experto en política internacional, José Cabo.
En España el Congreso de los Diputados ratificó el Tratado de Lisboa en julio del año pasado, con el voto en contra de Esquerra Republicana, el Bloque Nacionalista Galego Izquierda Unida.
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