“Algunos sólo predican y nosotros además damos trigo”. Así hablaba el alcalde de Fuenlabrada, el socialista, Manuel Robles, al anunciar que este año su Ayuntamiento, que no tiene competencias en materia educativa, iba a incrementar la partida destinada a becas para la compra de libros de texto y material escolar.
Y es que cuando abundan los recortes también en el mundo de la educación, Fuenlabrada apuesta por pasar de 600.000 a 700.000 euros en las ayudas a las familias con hijos de 3 a 16 años. Algo que supone un gran esfuerzo para una administración local, como reconoce su regidor.
Un esfuerzo que aseguran se basa en tener como prioridad la educación, recortar de otras partidas y saber aprovechar oportunidades, tal y como cuenta Isidoro Ortega, concejal de Educación fuenlabreño.
Apuesta por la educación pública que se refleja durante todo el año con Jornadas sobre Bibliotecas y Animación a la Lectura o con la cita anual de Aula Fuenlabrada, donde se ofrece orientación sobre estudios futuros.
Al esfuerzo municipal para apoyar la educación pública se suman colectivos sociales como las APAS de varios centros educativos que han organizado trueques de libros para aliviar el coste a las familias. Es el caso del APA del Instituto Jimena Menéndez Pidal, aunque según reconoce su presidenta, Angelines Casasolas, estos intercambios de libros no suplen las becas que la Comunidad ha dejado de dar.
Todo esto en uno de los municipios más jóvenes de la región, donde no faltan las reivindicaciones de equipamientos educativos. Este curso ha sido el nuevo aulario del colegio Carpe Diem que dará cabida a 200 niños.
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