La primera de las cajas- nido se ha colocado en la azotea de este edificio de la calle Las Trece Rosas de Loranca. Las tres restantes se repartirán en las calles Fuente Vaqueros, Dolores Ibárruri y en el barrio de Lorea, todas ellas separadas por una importante distancia debido a la territorialidad de los halcones peregrinos.
Así se pretende aumentar la población de estas aves en las zonas urbanas e incrementar el equilibrio del ecosistema. Este último punto se conseguirá gracias al control biológico que ejercerán los halcones sobre especies como las palomas, cotorras argentinas y tórtolas, que se han convertido en auténticas pesadillas para los viandantes y los coches aparcados debido a sus excrementos y la transmisión de enfermedades.
Esta colocación de nidos está incluida en el proyecto de Biodiversidad que le valió al Ayuntamiento un premio de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) por su sostenibilidad. Otra de las variantes del mismo es la colocación de cajas- nido para aves insectívoras, de forma que también frenen de forma natural las plagas de orugas de los parques.
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