Dos de estos paneles indicadores ya se han instalado en el Camino del Molino y la zona de las piscinas municipales, y en menos de un mes se colocarán 13 más en zonas de paseo, deportivas o las proximidades de centros de mayores. En todo momento informan de la concentración de ozono y otros contaminantes como óxidos de nitrógeno y partículas en suspensión.
Si el indicador está en color verde la situación ambiental es totalmente normal, y la concentración es inferior a 180 microgramos por metro cúbico. Si luce ámbar el nivel está entre 180 y 240 microgramos, y las autoridades recomiendan no realizar ejercicios físicos a personas vulnerables como niños, mayores o aquellas que tengan enfermedades respiratorias. En caso de llegar al indicador rojo, la concentración de contaminantes superaría los 240 microgramos por metro cúbico, y las administraciones estarían obligadas a alertar a la población de su peligro. Desde la delegación de Medio Ambiente fuenlabreña se señala que se ha tomado esta medida de ampliación ante la “pasividad” mostrada por el Ejecutivo autonómico respecto a los planes de calidad del aire.
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