Nacido en Navaconcejo, Cáceres, nunca dejó de ejercer de extremeño en la otra tierra que le acogió, Fuenlabrada, ciudad a la que también se sentía muy ligado. Aquí trascurrió gran parte de su vida con su mujer y su hija. Los que le conocen le definen como hombre “luchador y muy trabajador”. También destacan su talante amable y su amor a la tierra que le vio nacer.
Según recuerda Juan Alfonso Díaz, presidente actual de la Casa regional, González fue secretario de la Casa, cuando la sede estaba en la calle Chipre, en el 95. Después en 2001, se trasladó a la calle Onda, hasta que en 2013 la sede de los extremeños se ubicó en el nuevo centro cívico de La Serna. En ese año, Eduardo González dejó la presidencia, pero no cesó su colaboración. Díaz le recuerda como hombre “luchador “y que siempre trabajó por su tierra
Sus contactos para promocionar todo lo extremeño en la ciudad, eran conocidos. Bajo su presidencia se entregó la distinción de La Encina de Oro al alcalde de la ciudad, Manuel Robles y a los presidentes extremeños Juan Carlos Rodríguez Ibarra y Guillermo Fernández Vara, entre otras personalidades destacadas.
Los que le conocieron no olvidarán su sonrisa franca, el cariño con el que llevaba la caseta de la Casa Regional en las fiestas, sus calderetas y la forma amable con la que se relacionaba con todos.
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