“Dilación” no es equivalente a “dilatación”. Por eso, aunque tanto los sonidos como los significados son cercanos, no debemos decir “sin más dilatación”. Se trata de un fenómeno mucho más común de lo que es recomendable, pero que no obstante a veces produce buenos momentos de humor.
Por ejemplo, si en lugar de “coctelera” decimos que estamos preparando una bebida en la “licotera”, o si en lugar de “cinéfilo” decimos que nos gusta mucho el cine porque somos muy “cinéfalos”.
Pero como siempre nuestro profesor de lengua, Alfredo Tarazaga, nos da un truco bien efectivo: si no tenemos clara la manera de pronunciar una expresión o si un determinado término es el adecuado, sencillamente no debemos utilizarlo. Será lo más apropiado y, además, no quedaremos en ridículo.
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