“¡Es que me saca de quicio!”. Todos hemos murmurado alguna vez esta frase envueltos en una sensación de molestia e incomodidad.
Esos conductores que cambian de carril sin dar al intermitente, los viajeros del autobús que no respetan los asientos reservados, masticar con la boca abierta o que se cuelen en la cola del supermercado son algunas actitudes que, seguro, sacan de quicio a más de uno.
Pero nunca se sabe lo que nos puede hacer perder los estribos, aunque luego tengamos que mordernos la lengua. Así que preguntamos a pie de calle, ¿que es lo que más te molesta a ti?
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