La marcha de los hijos de la casa familiar sigue provocando, en algunos casos, lo que se conoce como “síndrome del nido vacío”, que según Fernando Álvarez - www.desdelatrinchera.com – afecta más a las madres, por el roll que todavía representan en la familia.
Si es normal cierta tristeza, sensación extraña por la ausencia y ruptura de los hábitos, es una situación que no debe alargarse en el tiempo porque puede degenerar en depresión y vacío.
Álvarez analiza por qué se llega a padecer este síndrome y cómo se puede prevenir o afrontar.
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