Nos subimos a bordo del coche eléctrico, esa creación que todavía nos suena a chino. Igual que un teléfono móvil, se recarga la batería y funciona. Si bien no sirve para hablar, sino para circular, del coche eléctrico quedan muchas cosas que contar. El gasto es de un euro y medio por cada 100 kilómetros, el tubo de escape no echa humo, no vibra y no suena como los motores de hoy en día. La ciencia ficción, aseguran, se impone poco a poco en Europa con unos vehículos que aún requieren una red de enchufes tanto en los hogares como en las calles y empresas. Y es que, según el Gobierno, para dentro de 5 años se vaticina que circulen más de un millón de coches eléctricos tras las experiencias irregulares de Londres, California o Israel y el objetivo de viabilidad perseguido por la industria del automóvil y de la energía. No obstante, la incertidumbre sigue siendo máxima.
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