A juicio del grupo municipal socialista, se trata de “severos recortes” que mermarán la calidad del servicio. Según la oposición, en el caso de la supresión del médico reconocen que no es obligatorio, pero aseguran que se trata de algo irrenunciable por tratarse de atención sanitaria para posibles casos urgentes.
Además critican que el gobierno pretenda no abrir la piscina en septiembre, lo que provocaría que los vecinos de este barrio se tendrían que desplazar hasta la piscina municipal más cercana, la de El Carrascal, prácticamente en la otra punta y a seis kilómetros de La Fortuna.
Según el portavoz socialista, Rafael Gómez Montoya, es un ejemplo más de las políticas del PP en Leganés para acabar con los servicios públicos conseguidos a lo largo de los últimos 30 años.
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