El parado fuenlabreño cuya casa se quedó el banco quiere recuperar su hogar antes del desahucio
Una decena de personas han secundado a Roque Marchal y su familia, que han vuelto a plantarse delante de la sucursal de IberCaja en Fuenlabrada, después de que la entidad bancaria se quedase con sus bienes inmuebles en subasta pública.
Roque no podía hacer frente a las deudas de su hogar, rehipotecado para sacar adelante un negocio de carpintería. Intentó renegociar los tipos de interés e incluso cambiar la titularidad de los bienes inmuebles. Pero el banco no accedió.
Finalmente se quedó con ellos saldándose así una deuda de 45.000 euros, pero para los afectados, con esta operación el banco ha buscado sacar un beneficio de al menos un 40% para rentabilizar el piso en el mercado inmobiliario ya que, según Roque, él no ofrecía garantías.
Roque asegura que él siempre quiso pagar sus deudas, y que ha hecho todo lo posible por hacerlo, llegando a alquilar cuatro habitaciones a estudiantes en su casa y su local de carpintería, y que sólo pedía flexibilidad.
Ahora acusa al banco de que lo único que querían ellos era la titularidad de los inmuebles y que no fueron transparentes, ya que asegura que le prometieron estudiar un pago por novación, pero que al final llegó la subasta.
Antes de que la titularidad cambie de manos, ya que por ahora sigue figurando él como propietario, Roque sigue pidiendo una solución ya que el desahucio puede hacerse efectivo en cualquier momento dejándole a él, a su mujer, y a sus cuatro hijas en la calle.
Roque cuenta con el apoyo de la Asamblea Popular del 15M de Fuenlabrada, la Plataforma de Afectados por la Hipoteca y la Asociación ADICAE, y han convocado una nueva concentración el 31 de agosto frente a la sede nacional de IberCaja en Madrid.
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