Las conclusiones del proyecto se presentarán en septiembre de este año, y para ello se reclutará a 120 usuarios a los que haya que practicar una endoscopia rutinaria. Según ha informado la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, estos usuarios se dividirán en dos grupos, a uno de los cuales se le dará un placebo y a otro un tratamiento con lidocaina, que pretende sustituir a la anestesia general.
Según los responsables de este estudio, la iniciativa podría abrir una vía de intervención para pacientes con problemas en el aparato digestivo superior y necesitados de diagnóstico y tratamiento a través de endoscopias.
Según el investigador principal de este estudio, Felipe de la Morena, la anestesia tópica administrada en la faringe no cuenta prácticamente con efectos adversos, por lo que si el estudio concluye favorablemente, no sólo se mejorará el confort del paciente sino que se reducirá notablemente el riesgo de complicaciones graves derivadas de toda anestesia general.
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