En los ocho meses que lleva funcionando en el hospital fuenlabreño se han realizado en torno a 800 ecografías dermatológicas, un elemento de gran ayuda para el diagnóstico, ya que utiliza frecuencias de ultrasonidos altas y bajas profundidades para observar con nitidez las estructuras superficiales de la piel. Los resultados son volcados a un sistema informático, al que tiene acceso inmediato el patólogo, encargado de emitir un diagnóstico, según indica Begoña Echevarría, dermatóloga del centro, quien nos contaba cómo son los pasos que se siguen.
Este procedimiento es muy útil sobre todo en la dermatología pediátrica para evaluar las lesiones vasculares, quísticas o tumorales que presentan los niños, evitando, en muchos casos la biopsia. En los adultos, esta técnica puede ser de gran ayuda cuando se desarrollan lesiones subcutáneas que ponen en alerta al especialista, sobre todo si el paciente tiene antecedentes de melanoma o ha sufrido un proceso oncológico.
En el caso de neoplasias como el carcinoma basocelular, además de contribuir al diagnóstico en casos dudosos, el uso de ultrasonidos de alta frecuencia, como el utilizado en la ecografía dermatológica, puede delimitar la lesión hasta el punto de poder discernir si en zonas como nariz u oreja hay infiltración del cartílago y por lo tanto, poder planificar la cirugía.
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