Este protocolo se aplicará en aquellos pacientes en los que, pese a todos los tratamientos, no tienen expectativa de mejoría. Ahí entra la labor humana de garantizar una atención digna tanto a ellos como a sus familiares, además e unos cuidados paliativos que eliminen el dolor.
Al respecto dos de las enfermeras que participan en este protocolo, Alicia Copete y María del Saz, han defendido la importancia de esta atención personal en los momentos más difíciles.
El protocolo prevé la formación del personal de Enfermería y auxiliares a la hora de transmitir la decisión de aplicar el protocolo a la familia y también la creación de box apartado en el que se permite el acompañamiento al paciente sin límite de tiempo ni de personas, garantizando la intimidad familiar.
Este nuevo protocolo de Limitación de Esfuerzo Terapéutico en la UCI está relacionado con el Proyecto Empatía presentado hace un mes en el Hospital Universitario Infanta Cristina, con el que se quiere avanzar en la humanización de la asistencia y que pretende mejorar la comunicación entre terapeuta y paciente para lograr una cooperación activa en el desarrollo del tratamiento y un aumento de la calidad de la atención.
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