Para llevar a cabo este proyecto se han distribuido entre los pacientes que participan doce aparatos de telemedicina que se conectan por bluetooth a un teléfono móvil, de forma que ellos mismos son los encargados de medir cada 48 horas determinadas variables como la saturación de oxígeno, la glucemia, la tensión arterial, un electrocardiograma, la frecuencia respiratoria, la velocidad de la marcha, el tiempo que tardan en levantarse de una silla, el peso y la temperatura.
Además, responden a un sencillo cuestionario que valora aspectos básicos sobre su estado de salud y evolución. El teléfono móvil recoge la información y ésta se archiva en un programa informático, de forma que el médico consulta diariamente los resultados vía online y en caso de encontrar alguna alteración reseñable, según la gravedad de ésta, contacta telefónicamente con el paciente o acude a visitarle de inmediato.
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