El grupo AMÁS, que gestiona contratos laborales de personas con discapacidad, firmó en 2013 con el Ayuntamiento de Pinto un convenio para que 20 personas del municipio realizasen trabajos de mantenimiento en parques y polideportivos.
El problema surge cuando en enero el servicio se privatiza y en los pliegos no se especifica quién tiene que pagarles, si el ayuntamiento a través de la empresa pública Aserpinto o la concesionaria. El Ayuntamiento pagaba a la empresa, pero ésta no pagaba al grupo AMÁS, que sí que saldaba las nóminas.
El director general de Atención a Personas del grupo, Ismael Carrillo, señala que piden 195.000 euros por toda esta polémica.
Desde el mes de julio AMÁS ya no está presente en Pinto, aunque los trabajadores continúan con su labor.
Comentarios