Los detenidos contactaban con los empresarios asegurando que ellos eran los intermediarios de jeques árabes poseedores de grandes fortunas y que éstos estaban interesados en adquirir o formar parte de su negocio.
Explicaban que estaban dispuestos a financiar hasta cinco millones de euros en los proyectos que les interesaban, desde clubes de fútbol a clínicas dentales, obteniendo una garantía crediticia de un banco ubicado en el extranjero, y las víctimas tenían que ingresar un aval que servía como garantía para liberar la cantidad prometida por los jeques.
Al Getafe CF le prometieron una aportación económica de hasta 10 millones de euros si se mantenía en Primera División sin deudas, y las relaciones se rompieron una vez que el club comprobó que dos de los cheques que le entregaron los falsos jeques no tenían fondos.
A mediados de este mes de junio, los Mossos comprobaron cómo realizaban la estafa, y que el supuesto jeque árabe era un camarero brasileño a quien habían convencido para disfrazarse.
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