La organización ha introducido mejoras en el área de conciertos próximo al cerro de los Angeles, como nuevas zonas de sombra con varios arcos de metal que expulsarán agua vaporizada, un sistema que según han indicado los responsables del festival tiene capacidad para rebajar hasta en diez grados la temperatura de la zona.
Otro de los cambios será la instalación de césped artificial en el frontal de los dos escenarios para evitar el levantamiento de polvo, así como más servicios públicos.
De esta forma se intenta acabar con las protestas de ediciones anteriores por parte de algunos asistentes que se quejaron de las nubes de polvo que se originaban en el área de conciertos.
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