El empresario Julio Torres, dueño de Asuntos Taurinos, la empresa concesionaria de la gestión de la plaza de toros La Cubierta de Leganés, no está muy contento con el Ayuntamiento. Después de que el consistorio decidiera clausurar de manera cautelar el recinto, por las deficiencias en materia de seguridad halladas tras una inspección, el empresario ha reaccionado a través de un comunicado.
Torres cifra en 200.000 euros los daños y perjuicios que le va a ocasionar la medida, al tiempo que insiste en que en todo momento se ha encargado del mantenimiento de la plaza y nunca se ha puesto en peligro la seguridad de los asistentes a los diferentes eventos.
Además Torres apela a la ilegalidad de la actuación del Ayuntamiento, al tiempo que señala que ha obrado de manera incoherente e irresponsable. Unas acusaciones a las que se suma la oposición socialista, y que se basan en los tiempos de actuación del consistorio.
El gestor de La Cubierta se pregunta que si, como dice el propio Alcalde Jesús Gómez, la inspección se pensó el martes día 16 de agosto (cuando, tras una becerrada, se fueron las luces y no saltaron las de emergencia), y ya se vieron deficiencias “graves”, por qué se permitieron los festejos taurinos de los días posteriores.
Los socialistas además creen que el Ayuntamiento ha cerrado la plaza como “represalia” al empresario, que ya denunció al equipo de Gobierno por imponer mediante decreto la gratuidad de los encierros de las fiestas. Torres reclama 400.000 euros por esa medida, por lo que, en total, los tribunales deberán dirimir si la jugada le sale bien al Ayuntamiento, ya que de lo contrario podría hacer frente a un gasto de 600.000 euros.
Comentarios