Este miércoles el alcalde Jesús Gómez decidía la clausura de la plaza de toros leganense amparado en el informe de la inspección técnica del recinto, que señala hasta 70 deficiencias, entre otras cosas, el mal funcionamiento de las luces de seguridad, problemas en las escaleras exteriores y falta de aspersores contra incendios, además de problemas en la evacuación del público y riesgos en las vallas de la cubierta exterior.
Sin embargo el gestor de La Cubierta, Julio Torres y su empresa Asuntos Taurinos, ha emitido un comunicado en el que asegura que la notificación del cierre no es la habitual en estos casos, que por ley los técnicos debieron informar antes de los desperfectos y que el consistorio debe establecer un plazo para subsanarlos.
Torres cree por tanto que la actuación del alcalde denota que éste “no quiere dejar trabajar” a su empresa “basándose en la ilegalidad”, y cree que sólo busca el “populismo” y “el rescato de la concesión de la licencia”.
En dicho comunicado el empresario asegura que pedirá una auditoría externa para conocer las verdaderas deficiencias, que según él podrían quedar resueltas en una semana, por lo que posibilitaría la celebración de la fiesta de fin de año (sin la intermediación del empresario Miguel Ángel Flores, imputado por la tragedia del Madrid Arena en la que murieron cinco jóvenes).
De no celebrarse la fiesta, Torres cifra en 500.000 euros las pérdidas de su empresa y en 150 los puestos de trabajo que dejaría de crear, con el consiguiente riesgo para la subsistencia económica de Asuntos Taurinos.
Comentarios