Se trata de una sala hemodinámica que se añade al centro hospitalario con el objetivo de completar la atención a los pacientes con cardiopatía isquémica sin necesidad de desplazarse a otros centros hospitalarios. Por tanto sirve tanto para atender urgencias como para realizar pruebas rutinarias.
En este sentido el consejero ha opinado que se trata de una muestra más de la apuesta de la Comunidad de Madrid por el impulso de las nuevas tecnologías para mejorar la atención a los ciudadanos.
Rodríguez ha resaltado que el Hospital Infanta Elena de Valdemoro atiende 238.000 consultas al año, 10.000 intervenciones quirúrgicas, 3.000 partos, más de 80.000 urgencias y cuenta con menos del 4 por ciento de reclamaciones, por lo que ha alabado nuevamente el modelo de gestión privada de un hospital público para ahorrar costes.
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