“Si es necesario depurar responsabilidades, a este consejero no le temblará el pulso de utiliza el rigor”, ha dicho el responsable regional de Sanidad, quien ha recordado que no puede avanzar ningún dato al estar en vigor el secreto de sumario y por el secreto profesional de los médicos forenses que han realizado la autopsia. Cree Sánchez Martos que “no ha habido mala intención”, sino que “ puede haber habido alguna inacción o despiste”.
Una de las hipótesis que se baraja apuntaría a un cúmulo de mala suerte. Podría haber ocurrido que el fallecido, cansado de esperar en Urgencias a que le atendieran del golpe en la cabeza, habría podido salir a dar una vuelta y sentarse en el jardín cercano, donde a consecuencia de las lesiones del traumatismo pudo fallecer. A estar el cuerpo oculto por unos matorrales, la localización se dificultó.
Desde el sindicato de funcionario de prisiones, Acaip, al que pertenecía, se han mostrado contrariados por las distintas versiones que la Consejería ha ofrecido sobre el caso. El fallecido era funcionario de prisiones y estaba a punto de declarar como testigo en una causa donde se investigaba la agresión de un preso a otro funcionario de prisiones.
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