El ciclista fuenlabreño tenía la etapa de Finisterre entre sus objetivos para esta Vuelta a España y lo demostró con su ataque a bastantes metros del final. No fue fácil, ya que la etapa finalizaba en alto y tuvo que jugarse la victoria con el gran Cancellara. Al final, el ciclista de Fuenlabrada se mostraba “súper contento” y recordadaza que el día anterior había comentado sus intenciones con su jefe de filas, “Purito” Rodríguez.
Fue una etapa dura, lo que aumenta el mérito del ciclista del Katusha. El pelotón sufrió sobre todo en la subida al puerto de Ézaro a 34 kilómetros del final. Se trataba de un 3ª categoría pero con rampas infernales de casi el 30%, lo que obligó a varios corredores a echar pie a tierra.
Comentarios