Según el Ayuntamiento, se trata de velar por la correcta depuración del agua de los vasos o de la comprobación de los productos químicos que se utilizan en su tratamiento, así como las condiciones higiénico-sanitarias del recinto. Los inspectores municipales también están comprobando la titulación y el contrato de los socorristas, un personal que debe estar presente en todas aquellas piscinas comunitarias con más de 30 vecinos.
Al respecto, la concejala de Participación Ciudadana y Salud, Sonia Sánchez, ha manifestado que antes de que lleguen las vacaciones se ha solicitado la documentación pertinente a las comunidades y, una vez avanzada la temporada, se han realizado inspecciones para confirmar que todo estaba en regla para su correcto funcionamiento.
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