Desde el Ayuntamiento han asegurado que este convenio se firmó cuando la realidad económica de las arcas municipales en particular y de todo el país en general poco tenía que ver con la situación actual.
Han añadido que se trata de un convenio obsoleto, que no se ajusta a la realidad que vivimos hoy en día en la que tanto los ciudadanos como las diferentes administraciones están realizando continuos esfuerzos para adaptarse a la complicada situación económica.
Además, han anunciado que en las próximas semanas se abrirá una nueva mesa de negociación con los representantes de los trabajadores y de las distintas organizaciones sindicales para comenzar a sentar las bases de un nuevo convenio colectivo que se ajuste a la nueva realidad.
A partir de ahora los empleados municipales deberán trabajar 37,5 horas a la semana y no tendrán paga extraordinaria de Navidad tal y como ha decretado el Gobierno de Mariano Rajoy.
También se han suspendido las aportaciones a planes de pensiones y seguros de vida así como los anticipos y préstamos a los empleados.
El Ayuntamiento ha decidido suspender también las productividades extraordinarias –que percibían cerca de un 6 por ciento de la plantilla municipal- y procederá a diseñar un programa para establecer los criterios por los que se percibirán a partir de ahora estos complementos.
Tampoco podrá abonar a los trabajadores la prestación completa en caso de incapacidad temporal y no concederá a los empleados más permisos que los que se contemplan en el estatuto de los trabajadores.
El Ayuntamiento de Parla ha destacado que todas las medidas que se aplican se hacen respetando estrictamente los derechos recogidos en el Estatuto de los Trabajadores y en el Estatuto Básico del Empleado Público.
La portavoz adjunta del grupo municipal de IU, Carolina Cordero, ha manifestado que están en contra de la suspensión de 17 puntos del convenio colectivo.
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