Prosigue sin novedades la segunda huelga del año en Parla sin incidentes remarcables y con servicios mínimos del 41, 50 y 75 por ciento en los turnos de mañana, tarde y noche, respectivamente. Tampoco parece que la solución vaya a ser inmediata y los trabajadores aseguran que la crispación va en aumento.
Fuentes del Ayuntamiento señalan que la alcaldesa, Beatriz Arceredillo, está a la espera de cerrar una operación financiera para poder contar con fondos suficientes que permitan pagar a la empresa, la UTE Garbialdi-Sadifer, y que ésta pague a los empleados, a los que todavía se les debe una nómina y media.
Dichas fuentes recuerdan que desde principios de año Parla depende únicamente de los ingresos propios, de impuestos y demás operaciones, ya que no recibe los tributos del estado después de que se los retiraran por el plan de ajuste y por la deuda con la seguridad social.
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