La asociación vecinal NUBER, uno de los organizadores junto a la compañía Destellos, cree que el alcalde “se ha vuelto a saltar la voluntad de la gran mayoría de los getafenses” en alusión al mandato del Pleno municipal. Esta asociación asegura que sólo una hora después de comenzar el Festival la Policía Local “instó a los organizadores a dar por finalizado el festival bajo severas multas de 30.000 euros” y al día siguiente se levantó un acta de inspección por instalar equipos de audio y escenarios sin autorización.
En principio el Gobierno local había denegado el permiso de ocupación de la vía pública asegurando que no habían recibido el programa de actividades, un punto negado por la organización. A principios de este mes el Pleno municipal obligaba al Gobierno del PP en minoría a otorgar dicho permiso, pero el Festival no recibió en ningún momento la autorización formal. Ante dicho “silencio administrativo” solicitaron permiso a la Delegación del Gobierno, que sí lo concedió.
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