La concejala de Bienestar Social, Mónica Medina, aseguró que se trata de ayudas excepcionales destinadas a facilitar la autonomía de las personas mayores e impedir situaciones de riesgo que agudicen dependencias o que dificulten la movilidad.
Medina señaló que algunas viviendas que ocupan las personas mayores no reúnen las condiciones de habitabilidad adecuadas a las nuevas necesidades de situaciones personales de limitación de autonomía por lo que necesitan reformas para instalar platos de ducha, placas de cocina eléctricas, barandillas o ensanchar las puertas.
El pasado año, el Ayuntamiento concedió ayudas a 46 personas mayores de 65 años de la localidad para que mejorasen la habitabilidad de sus viviendas con una inversión de 45.200 euros y denegó otras 54 solicitudes al no conseguir la puntuación establecida, por superar los ingresos estipulados (11.274 euros anuales si viven solos ó 13.278 euros si viven con su unidad familiar) o por considerar que las obras no eran necesarias.
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