Las obras, que han durado siete meses, han afectado a las calles Polvoranca, Nuestra Señora Macarena, Montserrat, avenida de Orellana, Nuestra Señora de Loreto y plaza de la Inmaculada, entre otras.
El objetivo ha sido la mejora de las zonas estanciales y jardines y su recuperación para uso como espacio de esparcimiento. Además, se han eliminado barreas físicas y se ha dado cumplimiento a la ley de Accesibilidad adaptando itinerarios peatonales para personas como movilidad reducida.
También, se ha renovado el firme y se ha diseñado el viario y los espacios interbloques para permitir el acceso a vehículos de emergencia y la mejora de la circulación.
Finalmente, se ha instalado alumbrado y riego cumpliendo los criterios de ahorro energético sostenible.
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