La polémica resurgía la semana pasada cuando se hacía pública una carta del director de la Politécnica, de la Universidad Carlos III, que amenazaba con cerrar el paso al campus para evitar los altercados y botellones que se producen cada fin de semana.
Ahora el alcalde Jesús Gómez asegura que la universidad ha dado marcha atrás, pero no obstante sigue pidiendo al Ayuntamiento que se encargue de la seguridad a pesar de que se trata de “un recinto privado e independiente”. Gómez propone que se gasten 45.000 euros al año en su seguridad privada, pero si no pueden llega a ofrecer el pago de esa cantidad, a cambio de que la Universidad ceda sus espacios al Ayuntamiento, como el auditorio.
De momento el asunto sigue estancado, tal y como ha permanecido en los últimos años, por lo que ambas partes siguen estudiando sus respectivas propuestas.
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