Un buen número de vecinos se dieron cita en esta tradicional matanza del cerdo donde disfrutaron de la degustación de sus platos típicos como las migas, torreznos, carne con patatas y vino de pitarra.
En la edición de este año, se cocinaron 50 kilos de patatas con costillas, se distribuyeron 150 barras de pan, filetes y carne de dos cerdos.
Asimismo, se repartieron mantecados de Plasencia, aguardiente y otros productos típicos extremos, a través de una fiesta que se ha convertido todos los años en el inicio de las actividades anuales de la Casa regional de Extremadura.
El alcalde, además de degustar las viandas, colaboró en el guiso de algunos de los platos, removiendo uno de las calderos.
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