Según el estudio de la Fundación Attitudes y de la Universidad Autónoma de Barcelona, más de 220.000 conductores padecen amaxofobia. Es decir, que tienen verdadero miedo a llevar el coche. Son el 4% del total.
Y el porcentaje sube hasta el 22% si hablamos, por lo menos, de algún temor en mayor o menor medida a ponernos al volante.
Los síntomas son muy parecidos a la ansiedad, y se traducen en palpitaciones, sudores o tensión muscular. El problema se debe una falta de confianza en nosotros mismos o sentirnos incapaces de controlar la situación en la carretera.
Para algunos se manifiesta conduciendo con mucho tráfico, otros en ciudad o en autopista, por la noche o con niños. Y es que, en realidad, la amoxofobia en según que grados es bastante común y se aprecia en cuanto nos sacamos el carné, aunque suele ser un episodio traumático, como un accidente, el que lo agrave.
No obstante tiene solución y a veces desaparece con los años y la práctica. Aunque sólo uno de cada cien conductores opta por tratar correctamente estos episodios de ansiedad.
El estudio revela que la amaxofobia es más común entre conductores noveles y mujeres. Afecta al 26% de las conductoras y al 18% de los conductores varones.
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