Las plantas de secado térmico de residuos, de Butarque y Sur, se encargaban de a través de residuos producir energía y biogás. Pero la retirada de subvenciones a las renovables ha hecho ahora que esos residuos, convertidos en lodos, tengan que depositarse en fincas privadas, especialmente agrícolas, como compost.
Se trata de una práctica permitida y legal, siempre que el dueño de los terrenos lo apruebe. Pero según Ecologistas en Acción estos podría provocar problemas medioambientales ya que no se conocen las composiciones exactas de esos lodos ni si tienen metales pesados por encima del nivel recomendable.
Juan García, de la organización ecologista, ha señalado que se trata de, una vez más, un proyecto medioambiental que como no es rentable se retira con consecuencias todavía desconocidas para los terrenos.
Precisamente terrenos del sur de Madrid, de la zona de la Vega y agrícolas (En San Martín de la Vega, Ciempozuelos o Valdemoro), son los que más afectados se ven por estas 650 toneladas de lodos que ya se han depositado en la comarca por no haber podido utilizarlos para generar energía.
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