Cuando el presunto delincuente accedía al local repartía el folleto y aprovechaba que los trabajadores lo leían para, discretamente, robar móviles o carteras que dejaban encima del mostrador. En alguna ocasión era detectado, pero no dudaba en usar la violencia para escapar.
En la calle le esperaba su compinche en un vehículo en el que huían a toda velocidad. Once de los delitos esclarecidos se habían cometido en Burgos y otros dos en Palencia. Los agentes policiales finalmente lograron localizar a los implicados el pasado miércoles, aunque al percatarse los arrestados se abalanzaron contra los agentes de la autoridad para agredirles, aunque finalmente fueron reducidos.
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