Según el relato validado por el jurado popular, los dos juzgados persiguieron a la víctima a la salida de un karaoke en Parla, ubicado en la entrada norte de la ciudad. Le tiraron al suelo y le asestaron más de diez puñaladas, dos de ellas mortales y el resto que le agravaron el dolor, por lo que la Fiscalía pide 20 años de cárcel por asesinato con alevosía.
La Defensa pide la absolución, aunque ya declarados culpables pide la pena mínima, ya que según el relato de uno de los acusados fue la víctima quien le empujó y le tiró al suelo, por lo que salió corriendo tras él, con un grupo de gente, y le dio alcance en una rotonda, donde le preguntó por qué lo había empujado y empezó a pelearse.
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