Un esqueleto, una bruja o una calabaza. Son objetos típicos de la festividad de Haloween, siempre acompañados de disfraces de lo más terrorífico. Pero cada vez más, la gente quiere ser original y distinguirse del resto. Algo que no falla es un buen maquillaje, porque nos garantiza ser exclusivos.
En esta escuela de maquillaje saben mucho de ello, y se han decantado por crear un antifaz de manera artística con colores seleccionados y pestañas postizas. Lo mejor de todo es que lo podemos hacer en casa recortando la forma deseada para luego rellenarla con maquillaje al agua.
Con paciencia, debemos espolvorear la pintura sobre la zona de la cara demarcada por el antifaz, procurando que el tono más oscuro quede en los bordes para remarcar la forma.
Después colocamos las pestañas postizas con colores a juego, y los últimos retoques de labios o peinado. Así, podemos estar seguros de que nadie nos copiará nuestro aspecto para esa fiesta de disfraces a la que tanto nos apetece acudir.
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