Este cuadro de Manet es un alegato de la libertad de creación del artista frente a los dictados de la tradición y la Academia. La composición está basada en una parte del “Juicio de Paris” de Raimondi, a su vez, inspirado en un dibujo de Rafael.
Manet, de clase acomodada, viajó a Italia, Alemania y España. De nuestro país viene la gran influencia de Velázquez y Goya, según nos cuenta Daniel Verdú Schuman, profesor de Historia del Arte de la Universidad Carlos III.
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