Tiziano no tuvo rival en Venecia durante más de 50 años y su fama le llevó a trabajar para Carlos V y, los últimos 25 años, para su hijo Felipe II.
Con Daniel Verdú Schuman, profesor de Historia del Arte de la Universidad Carlos III de Madrid, analizamos su figura y la pintura de uno de los grandes que preludia ya el barroco. Pintor innovador, llegó a pintar algunos cuadros para Felipe II, que luego se regalaron por ser obras “atrevidas”.
“Dánae recibiendo la lluvia de oro” nos habla de un mito clásico, con un desnudo sensual y atrevido para la España austera y religiosa de la época.
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