El grupo estaba muy especializado en acceder a las viviendas mediante las técnicas de “impresioning” y “bumping”: la primera de ellas se basa en hacer copias de llaves mediante pletinas metálicas introducidas en las cerraduras, mientras que en la segunda se utiliza una llave especial para desbloquear cerraduras.
Según un portavoz de Policía Nacional, las investigaciones comenzaron en Gijón, desde donde se supo que la sede del grupo se encontraba en el barrio de Vallecas, donde también preparaban los asaltos. Ahora la investigación sigue abierta para localizar a las víctimas de los robos, que están tanto en toda la comunidad asturiana como en Santander y en el sur de Madrid.
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