Las investigaciones comenzaron cuando un matrimonio de origen chino, propietario de un negocio en el Polígono Cobo Calleja denunció en la Comisaría de Fuenlabrada que estaban siendo hostigados desde hace dos meses por cuatro personas de su misma nacionalidad. Les amenazaban con matarles sino les entregaban 50.000 euros antes del 12 de enero.
A partir de ahí la policía comenzó las investigaciones con un dispositivo de seguridad en torno al empresario y su familia, comprobando como dos personas accedían al local de las víctimas para darles un ultimátum y después se iban a reunirse con el resto de cómplices en un bar cercano. Los agentes arrestaron a los extorsionadores cuando volvían a cobrar el dinero exigido.
Los detenidos estaban integrados en una organización estable y estructurada que se dedicaba a extorsionar a compatriotas chinos, la mayoría propietarios de prósperos negocios. Les amenazaban de muerte, les acosaban con llamadas de advertencia e incluso con visitas intimidantes a sus locales o casas.
Dos de los cuatro detenidos cuentan con un amplio expediente delictivo, también relacionado con el delito de extorsión. En el momento de la detención algunos de ellos llevaban anormales cantidades de dinero en efectivo encima.
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